La privacidad es algo muy valioso en estos días, pero esto no solamente se aplica en lo que es internet, sino también a los datos que tenemos guardados localmente. Desde cualquier tipo de Ingeniería Social, quienes roban un portátil hasta el técnico fisgón que no tiene por qué ver las fotos de tus vacaciones, o incluso algún roce con las autoridades, pueden convertirse en un problema para el usuario, a menos que realice un cifrado de sus datos.
TrueCrypt se ha dado a conocer recientemente, ya que ha derrotado al FBI en más de una ocasión, y como herramienta gratuita que es, se convierte en la primera opción de cifrado para muchos usuarios.
Hace unos días una mujer del estado de Colorado recibido la orden de un juez de entregar una copia sin cifrar del disco duro de su portátil con el objetivo de facilitar la investigación en el proceso a través del cual se la acusa de fraude bancario. La mujer desobedeció la orden del juez invocando la protección de la Quinta Enmienda, la cual impide que una persona deba incriminarse a sí misma. El juez argumentó que la Quinta Enmienda no se aplicaba en este caso, porque estaban solicitando “una copia sin cifrar” del disco duro y no “la contraseña” para superar el cifrado.
El que una persona se niegue a obedecer la orden de un juez en un marco de cifrado de datos no es algo nuevo. En octubre de 2010, el FBI secuestró dos ordenadores portátiles y cinco discos duros externos pertenecientes a un hombre de Florida acusado de formar parte de una red de intercambio de pornografía infantil. La sorpresa para el FBI llegó cuando se encontraron que algunas secciones de los sistemas y los discos externos habían sido fuertemente cifradas con TrueCrypt. El FBI no pudo acceder a las unidades, por lo que un gran jurado ordenó al acusado que liberara la información. El acusado se negó, también invocando a la Quinta Enmienda, aunque en este caso el jurado lo declaró en desacato, enviándolo a prisión.
El punto aquí es que el cifrado de datos es, más allá de las intenciones de sus usuarios, un método efectivo para proteger información, y que TrueCrypt es una de las herramientas por excelencia para hacerlo. El hecho de que el FBI no haya podido superar sus métodos de cifrado confirma la robustez de un programa que tiene en su haber varios años de desarrollo. TrueCrypt no es imposible de derrotar, pero usualmente quienes descubren vulnerabilidades en el programa están interesados en hacerlo más fuerte. Su última versión es la 7.1a, lanzada durante los primeros días de febrero, y está disponible para Windows (desde 2000 en adelante), OS X (desde Tiger en adelante) y Linux (32 y 64 bits, a partir del kernel 2.6). TrueCrypt tiene varios métodos de cifrado, y la documentación en su sitio oficial es amplia, al igual que su tutorial por defecto. TrueCrypt posee además un módulo para traducir el programa al español.
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